Madres de la Plaza, Santa Cruz las Abraza
Hace 45 años comenzamos un camino por la Memoria, Verdad y Justicia
En abril de 1977, las Madres se presentaron por primera vez a la Plaza de Mayo para reclamar y denunciar la desaparición de sus hijos. Desde entonces, se realizaron 2296 marchas de manera ininterrumpida.
Sigamos acompañando y reivindicando la lucha de las Madres de Plaza de Mayo.
Entrevista realizada para un documental holandés el primer día del Mundial de 1978.
Los pañuelos blanco, símbolos de lucha y justicia
En octubre de 1976 para festejar el Día de la Madre, la iglesia católica realizó una marcha a la Basílica de Lujan, provincia de Buenos Aires. Para identificarse, las madres resolvieron poner en sus cabezas un pañal de tela de sus hijos. De esta manera la gente y el periodismo comenzaron a reconocerlas. Ese pañuelo pasó a ser el símbolo de las Madres de Plaza de Mayo.
"Madres de la Plaza, Santa Cruz las abraza". Aquel 30 de abril estuvieron presentes Azucena Villaflor de De Vincenti, Berta Braverman, Haydée García Buelas, María Adela Gard de Antokoletz, Julia Gard, María Mercedes Gard, Cándida Gard, Delicia González, Pepa Noia, Mirta Baravalle, Kety Neuhaus, Raquel Arcushin y dos mujeres más de las que no se conocen sus nombres. La Dictadura quiso eliminar el movimiento desapareciendo a tres de sus referentes. Azucena Villaflor de De Vincenti, Esther Ballestrino de Careaga y María Ponce de Bianco corrieron el mismo trágico destino que sus hijos. Fueron secuestradas y detenidas entre el 8 y 10 de diciembre de 1977 por parte del grupo de tareas 3.3.2 bajo el mando de Alfredo Astiz, llevadas a la ESMA y arrojadas vivas al mar en los “vuelos de la muerte”. A pesar de ese tremendo crimen, las amenazas, de haber sido tratadas como “las locas de la Plaza”, la ronda nunca se interrumpió, convirtiéndolas en un símbolo mundial de la coherencia, la persistencia y la lucha por los derechos humanos.